El oasis de Prim

Hay un lugar en Bilbao que tiene un oasis. Es un oasis porque tiene arena, palmeras, a veces llueve el agua, y está lleno de gentes que buscan estos encantos para saciar sus apetitos.



Ese lugar está en la calle Prim, y es un oasis… de mierda.

Gracias a las interminables obras de la línea 3 de metro, la arrancada de los números impares de la calle Prim está, desde hace años, en pésimo estado. De obras permanentes, incluso cuando no había movimiento de obras.

Y hay arena, sí, la “arena” y el polvo que sale de las obras de ese agujero inmundo que da acceso a esas obras interminables de la línea 3 de Metro Bilbao y Euskotren. Que se supone que la UTE que lleva la obra, debería limpiar… igual que deberían poner señalistas cuando bajan las hormigoneras en contrasentido por Prim… deberían, sí, porque muchas veces no hay, y camionero y automovilistas se la juegan. Bien jugada además.

Y hay palmeras sí, bonitas palmeras. Y dan sombra a este oasis. Este oasis que queda “cerca”, pero apartado a la vez, para aquellas personas que gustan de drogarse casi a la vista de todo el mundo. Y se drogan en esa zona por la que pasan un montón de padres y madres jóvenes con sus niñas y niños. Es posible que el presidente del distrito en esta legislatura los haya podido ver, dicen que a veces transita por la zona.

Y sí, también a veces hay agua. Cuando los de la obra se dignan a manguear, cae agua, agua sucia, agua inmunda.

Pero bueno, como hemos oído esta semana, en relación a otro asunto candente, en la zona de Ollerías esta vez, seguro que el Ayuntamiento está trabajando en todo ello… en silencio, tanto silencio, que ni se oye, ni se ve, ni se aprecia, ni se espera.

Y el que espera desespera. Estos días estamos trabajando el volver a recordar a quienes nos Gobiernan que desde hace ya demasiado tiempo, informamos, vía Registro, de la innumerable lista de deficiencia que se han dado en la zona de la vaguada de Dolaretxe, con el permiso, por acción u omisión, de nuestra institución local.